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El proceso de envejecimiento comienza en una persona a los 30 años de una forma muy lenta y, poco a poco, se va acelerando. Sin embargo, los especialistas calculan que los signos de envejecimiento más visibles en el rostro de una persona de 40 años, en su mayoría son más a consecuencia del estilo de vida que del paso de los años. Por lo tanto, a los 40 años, nuestro rostro será un claro reflejo de la protección que le hayamos brindado, por ejemplo, ante el sol; del tipo de alimentación que hemos tenido; de si hemos sido deportistas o más bien la tendencia ha sido al sedentarismo; si hemos sido capaces o no de mantener el estrés bajo control; si nos han dominado, a lo largo de los años, pensamientos y emociones negativas o por el contrario somos personas positivas... En definitiva, será la consecuencia de nuestro estilo de vida, de la vida que hemos llevado.
Las pieles jóvenes se renuevan con frecuencia y son más fuertes a la hora de combatir agresiones. Pero la piel tiene 'memoria' y los abusos o excesos a los que se vea expuesta en su juventud, tendrán consecuencias (envejecimiento y arrugas prematuras, flacidez, manchas, etc.).
Los tratamientos externos que ayudan a rejuvenecer la piel, son importantes y clave para frenar el envejecimiento y lucir una piel radiante. Pero los resultados no serán positivos si no cuidamos la piel también desde dentro.
Existen una serie de nuetrientes que se ha demostrado que contribuyen a mantener la piel saludable. Por lo que integrar este tipo de nuetrientes en nuestra dieta es importante para la salud de nuestra piel.
Nuetrientes que ayudan a mantener la piel joven y saludable:
- Coenzima Q 10
Imprescindible en cualquier tratamiento antienvejecimiento. Infinidad de estudios dermatológicos han probado que reduce la profundidad de las arrugas y estimula la actividad celular. - La vitamina C
Es antioxidante y además está relacionada con la producción de colágeno, lo que la convierte en una potente aliada para mantener la piel tersa. - La vitamina E
Es también antioxidante y ayuda a neutralizar la acción dañina de los rayos del sol en verano que son una de las principales causas de las manchas de nuestra piel. - Plantas con propiedades depurativas
Plantas como el té verde la alcachofa, el diente de león, o la bardana, son también muy beneficiosas para la piel.
Además de alimentos que contengan los nutrientes especificados anteriormente, existen algunos alimentos concretos que también ayudan a cuidar la piel desde dentro:
- Vegetales verdes
El brócoli, además de delicioso es un alimento que contiene sustancias que protegen a la piel de agresiones externas. También acelgas, espinacas y berros, entre otros, tienen un gran poder antioxidante. - Zumos naturales
No sólo aportan una gran cantidad de vitaminas al organismo, entre las que se encuentran la vitamina A, C y E; sino que además suponen una gran fuente agua, imprescindible para mantener la piel hidratada. - Frutos rojos
Contienen gran cantdad de vitamina y cuentan con propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir en envejecimiento. - Frutos secos
Introducir frutos secos en nuestra dieta diaria aportará al organismo Omega 3 y vitamina E, por lo que reduce y previene la oxidación celular y nutren la piel. - Avena
Aporta al organismo la tan necesaria fibra y ayuda a eliminar toxinas.
