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El invierno ya se empieza a sentir y sabemos que con él llega el clima frío y seco que puede poner en apuros la salud de nuestra piel. La combinación de vientos fríos, baja humedad y cambios bruscos de temperatura puede dejar tu piel reseca, escamosa y sin brillo.
Pero no te preocupes, estamos aquí para compartir contigo algunos consejos sencillos y cuidados especiales que te ayudarán a que tu piel se vea y se sienta increíble, incluso en los meses más gélidos.
1. Lava tu cara sin pasar frío
El primer paso para una piel saludable en cualquier estación del año es la limpieza del cutis. Sabemos que lo único que quieres al llegar a casa es abrir el grifo del agua caliente y sumergirte en una ola de calor. ¡Pero cuidado! El agua demasiado caliente puede resecar tu piel, así que opta por agua tibia y evita las temperaturas extremas.
Utiliza jabón o gel específico para la cara y cuando llegue el momento de secar tu rostro, sécate con una toalla suave. Nadie quiere grietas en su piel, ¿verdad?
2. Hidratación, la clave del éxito
La hidratación no es solo cuestión de beber agua, aunque eso es fundamental para una piel radiante. En invierno, no olvides beber al menos 1,5 litros de agua repartidos a lo largo del día. Y para mantener esa hidratación, opta por cremas con ingredientes que dejen tu piel suave y nutrida.
Fíjate que incluyan ingredientes como la manteca de karité o el ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad y a reparar la barrera cutánea. Una buena opción es la Crema Hidratante Regeneradora de Q77+, que también incluye Aceite de Rosa Mosqueta.
3. Protección Solar: ¡incluso en invierno!
Aunque el sol no brille tan fuerte en invierno, no te confíes. Los rayos UV pueden dañar tu piel incluso en días nublados así que el fotoprotector debe continuar siendo un básico en tu rutina, igual que en verano. Si tienes una piel normal y sin complicaciones, considera usar un factor mínimo de 20. Para las pieles más sensibles, busca productos específicos y con FPS mínimo de 30. Y si practicas deportes de nieve, nunca bajes de 50.
Además, usando este básico a diario retrasaras el proceso de envejecimiento de la piel y evitarás la aparición de manchas cutáneas. El fotoprotector es la crema antiaging número 1.
4. Mima tus labios
Los labios son víctimas frecuentes del invierno y es una de las zonas que más rápido se resienten. Al no disponer de glándulas sebáceas que ayuden a mantener la piel protegida, son especialmente sensibles a la sequedad y tienden a agrietarse fácilmente.
Mejor evita humedecerlos con saliva, porque eso solo empeora las cosas. En su lugar, opta por una crema labial que los proteja y mantenga hidratados, y aplícala varias veces al día. También puedes recurrir a ingredientes naturales de rescate como: miel, aloe vera, aceite de oliva o de almendras, que te ayudarán a mantenerlos en perfectas condiciones todo el invierno.
5. Come para brillar
Una alimentación saludable es clave para sentirte bien y lucir aún mejor. Opta por producto de temporada y platos apetecibles que cubran todas las necesidades del organismo en esta época del año. Irán especialmente bien para tu piel:
- Caldos y sopas, son reconfortantes y ayudan a reponer líquido.
- Las verduras y hortalizas, en puré, crema, al horno o en ensalada, son ricas en vitaminas y minerales, antioxidantes naturales que tu piel adorará.
- Frutas de temporada como la naranja, la mandarina o el pomelo, son ricas en vitamina C, fuente de luminosidad para tu piel.
6. ¡Adiós al tabaco y al alcohol!
El tabaco y el alcohol resecan tu piel y disminuyen la salud vascular. Sabemos que es difícil, pero si puedes reducir su consumo o, mejor aún, decirles adiós definitivamente, tu piel te lo agradecerá con un brillo saludable.
Siguiendo estos consejos simples y aplicando una crema hidratante efectiva, puedes enfrentar el invierno con una piel radiante y saludable. Así que, prepárate para desafiar al frío y mantener tu cutis en su mejor forma.